Lunes 18 de Agosto de 2025

Hoy es Lunes 18 de Agosto de 2025 y son las 16:01 -

TEATRO

2 de septiembre de 2023

Cuando es con vos siento todo surreal

Partiendo de una convocatoria del Instituto Nacional del Teatro, para recibir proyectos relacionados con las disidencias y un teatro que hablara de la igualdad de género surgió esta propuesta hace dos años, que se preparó en poco tiempo, pero con mucho ensayo y trabajo de investigación.

“Mi amigo Lorca” nos presenta en un comienzo a actores y actrices anunciando que son sus propios cuerpos los que van a utilizarse en escena. Esta ruptura de la cuarta pared no es casual, sino que lo dicen en tono de advertencia. No todo lo que se ve en el teatro es ficción o producto de una escena mimética de la realidad: también existe el teatro documental. Esta obra desde el comienzo nos presenta cuerpos dispuestos a mostrar eso. A contarnos una historia entre Federico García Lorca y Salvador Dalí por medio de sus cartas mutuas, sus personas en común y la movida artística que compartieron durante su juventud y parte de su vida. Una relación que estaba vista como una amistad a principios del Siglo XX, pero que hoy podría definirse como bromance (amor de amigos), quizás por shippeo (deseo romántico de unir a dos personajes) pero más cerca aún de un amor de verdad.

Las interpretaciones comienzan limpiándose las heridas mutuamente para luego convertirse en pinceles de la historia que van a relatar y plasmar. “Cuerpos que escriben cuerpos.”

Continúan hablándonos de la vida de ambos artistas, diapositivas mediante, pero metiéndose dentro de las mismas, para que no queden perdidas en el tiempo sino recuperadas por un elenco que respeta y homenajea al poeta andaluz y al pintor catalán.

Se destacan dentro de la obra tanto el trabajo corporal grupal como la integración del silencio como lenguaje. Porque el mundo contemporáneo quizás nos permita comunicarnos constantemente, pero nos hace olvidar que necesitamos escucharnos y saber qué es lo que nos pasa cuando todo calla, cuando sólo podemos observar la realidad y reflexionar.

Nos increpa con recursos brechtianos porque no salimos igual que como entramos; la propuesta escénica nos obliga a involucrarnos y pensarnos en nuestro lugar como personas y como ciudadanos de una sociedad en la cual se nos permite vivir y amar sólo si respondemos a ciertos cánones.

Se suceden en la historia cuerpos que vemos, pero no nos miran, situaciones lamentablemente actuales que nos duelen porque no las pudimos evitar, con sinónimos actuales de víctimas “por rojo y maricón” como le pasó a Lorca. Una forma de ver cara a cara a nuestros “cadáveres personales”.

La obra sabe ganarse al público, sabe llegarle utilizando recursos originales y precisos, reivindicando la relación entre estos dos artistas.

Ha sido exhibida y resultó ganadora en muchos de los festivales en los que se ha presentado en los últimos dos años y por eso es parte del catálogo del INT, siendo que esto nos habla de un recambio cultural que hay en la provincia desde hace varios años. Porque el elenco sabe que “el arte no es un espejo para reflejar la realidad, sino un martillo para darle forma”, como diría Bertolt Brecht.

Este espectáculo es un homenaje hacia las personas que no están. Hacia dos artistas que en su momento veían el mundo de manera distinta, tanto en el arte como en su vida íntima. Pero también hacia quienes no están porque no maduramos en estos 87 años desde la muerte de Federico García Lorca y seguimos estigmatizando a las personas por quiénes son y por cómo quieren vivir su vida. Porque el grito de “por rojo y maricón” se sigue escuchando y se sigue sintiendo, aunque queramos desoírlo.

COMPARTIR:

Comentarios