Cada 29 de junio, cuando el invierno abraza con fuerza los valles mendocinos y el sol se esconde tras las montañas, en el Andino Club de Tunuyán se enciende algo más que una fogata: se enciende la memoria, el amor por la montaña y una tradición que atraviesa generaciones.

“La luz de San Pedro” no es solo una celebración religiosa: es un acto de comunidad, una ceremonia cargada de emoción y símbolos. Todo comienza con el calor del chocolate caliente y los churros compartidos entre vecinos, abuelos, niños y montañistas. La risa y la charla se mezclan con los recuerdos, mientras las familias se preparan para el momento más esperado: la procesión de antorchas en honor a San Pedro, patrono de los montañistas.

Durante años, esa luz fue encendida gracias a la dedicación de Henry Ramonda, quien con manos pacientes fabricaba cada antorcha con materiales nobles, con bastones donados por los aserraderos de la zona. Aquellas antorchas, cargadas de historia y cariño, formaban una serpiente de fuego que descendía hacia el centro del club, donde la gran fogata aguardaba encender los sueños y pedidos de quienes habitan y aman la montaña.

Este año, sin embargo, la ceremonia tendrá un brillo diferente. Henry, el corazón de esta tradición, ya no está físicamente. Pero su luz permanece intacta. En cada niño que marcha, en cada familia que abraza esta noche especial, en cada deseo que se eleva hacia el cielo, él sigue presente.

Por cuestiones de seguridad, especialmente ante la gran cantidad de niños y familias que se esperan, las tradicionales antorchas serán reemplazadas por velas colocadas en botellas cortadas. Además, se invita a cada familia a llevar su propia antorcha, siguiendo este nuevo modelo seguro. La idea es que cada uno pueda participar encendiendo su propia luz, su propio deseo.

Este 29 de junio, la comunidad se volverá a reunir, esta vez con Rubén Romero como nuevo presidente de la institución, quien encabezará con entusiasmo y compromiso esta edición tan especial. Como cada año, los más pequeños podrán escribir sus deseos para dejarlos junto a la hoguera, confiando en que San Pedro (y Henry, desde el cielo) los recibirán con amor.

Porque hay tradiciones que no se apagan. Solo se transforman. Y cada llama,  por más pequeña que sea, puede encender un sueño.

Información importante 

• La cita es sábado 29 de junio
• Andino Club Tunuyán
• Llevá tu antorcha segura y tu deseo escrito
• Una noche para compartir, recordar y volver a encender lo importante.